El proyecto, financiado por CARITAS Italiana y implementado con el Vicariato Apostólico de Napo, prevé la realización de las siguientes actividades:

  • Compra de materiales para mejora del invernadero;
  • Promoción de cursos e identificación de beneficiarios;
  • Lanzamiento de la escuela de campo dirigida a 10 familias en condiciones de dificultades económicas y sociales;
  • Apoyo a los participantes en la inserción laboral y en el inicio de actividades de producción autónomas y de autosuficiencia alimentaria.

La Escuela de Campo se desarrolló en 8 sesiones de 4 horas cada una, para un total de 32 horas de capacitación. Por decisión de los participantes, los cursos se realizaron los sábados, de 8 a 12, durante dos meses. Como se esperaba, los módulos de capacitación cubrieron los siguientes temas: técnicas de gestión de viveros, diseño y gestión de una chakra, técnicas de cosecha, poscosecha y venta de productos. Además, se presentó un módulo completo sobre los conceptos básicos de la agroecología: cosecha y conservación de semillas, preparación de fertilizantes y pesticidas orgánicos, creación de compost.

Durante el curso, los participantes aprendieron a multiplicar algunas de las especies forestales y comestibles que componen una chakra: cacao, cedro, laurel, ahuano, chuncho, bálsamo y guayusa, pero también yuca, plátano, arroz y maíz. La única especie que no dio buenos resultados en el suelo del Centro fue el arroz, que habría necesitado un control más intensivo de las enfermedades. Por el contrario, el maíz, la yuca y el plátano produjeron una buena cosecha. A nivel de comercialización, el maíz era el producto más fácil de vender, mientras que la yuca era el más complicado. Por esta razón, se dejó más espacio para el maíz y menos para la yuca en la siguiente siembra.

Las especies forestales que más gustaron a los participantes fueron el cacao, el chuncho y la guayusa. Cacao y guayusa para la comercialización de frutos y hojas; el chuncho para la velocidad de crecimiento.